En plena guerra de sucesión, una mujer enlutada endosa un canastillo al bondadoso y humilde don José, el sacristán y demandadero del convento de San Plácido. El pesado paquete trae consigo a una niña recién nacida, a la que salva de la muerte y el abandono en más de una ocasión y que se convierte desde pronto en una hija para él. De hecho, el devenir de los acontecimientos los lleva a vivir como padre e hija en una desdichada felicidad que, con el paso de los años, ha de llegar a su fin.