Este relato forma parte de la gran serie que escribió Rodríguez Chaves sobre la España de inicios del siglo XIX. En esta ocasión se remonta al año 1818 para presentarnos a María Pepa Jordán, más conocida como la Puntillosa. Es esta una mujer semejante a las majas pintadas por Francisco Goya que, atendiendo en un puesto de la plaza del Rastro, trae locos a los hombres que hasta ahí se acercan a cortejarla. A todos ellos espanta, a todos menos uno, que resulta ser Pedro Collado, alias Chamorro, el ayuda de cámara de su majestad el rey Fernando VII. Por lo visto, este está encargado de conseguir una cita entre la maja y el monarca, mas no tiene éxito en su empresa. Finalmente, es el duque de Alagón quien lo consigue. Mas cuál no será la sorpresa del embozado Fernando VII cuando se ve de bocas a mano con cuatro hombres enmascarados que la emprenden a golpes con su capitán de guardias.