Hay un general acaudalado y de buen corazón que, siempre que gana en el Club, es asaltado por varios vividores que se aprovechan de su desprendida generosidad para resolver los entuertos y agujeros que les depara el juego. Aquí se plantea la lección que uno de ellos da a otro relatándole la historia de unas mantas palentinas que, en cierta ocasión, salieron manchadas de la fábrica.