Dos mudanzas en menos de dos meses, y ambas para olvidarse de algo o alguien. Atticus se refugia ahora en una casa a las afueras de la ciudad, rodeado de aparente tranquilidad (con gotas, siempre insisten las gotas en las pesadillas) e intentando ahogar sus penas en alcohol. Sin embargo, ¿qué pasaría si sus memorias ya están enterradas bajo el agua y aquella casa tiene la habilidad de resucitarlas?
Una pregunta resuena constantemente en su cabeza, "¿de verdad recuerdas lo que sucedió aquella noche?"
Portada: edición del cuadro Symbolic Scene, del pintor Jakub Schikaneder.
Me sorprendió gratamente. No solo por el misterio que rodea a la historia y a su protagonista Atticus, sino por el increíble final que se desenvuelve, además de la calidad tan buena en cómo describe c... Más
Es lo primero que leo de Héctor y me ha gustado mucho. Es cierto que en algunos puntos se me ha hecho la prosa un poco innecesaria en escenas que se podrían haber obviado, pero también tenían detalles... Más