Los tres hermanitos Nayter (junto a sus inseparables amigos Monteilén, Yogüey —el hombre de Australopithecus— y el perro Luisi) y su casa son teletransportados de Donostia a un lugar lejano por arte de magia. El malvado brujo Poderoso Ganster o Monstruoso Ganster, artífice del encantamiento, les ordena realizar una peligrosa y absurda prueba que consiste en llevar una pera mágica hasta una fábrica de cañones, llamada Malenvolía y ahora en desuso, antes de que se pudra. Lo realmente angustioso del asunto radica en que la fruta, al descomponerse, extiende tal toxicidad que puede resultar letal para las personas que se encuentren cerca. Se narran las primeras jornadas del azaroso periplo, donde, entre otras muchas cosas, intentan escapar del ataque inmisericorde de unos caracoles gigantes y sus mortíferas cartas, se ganan sus cuartos en una superpoblada metrópoli y experimentan un fantástico viaje submarino con sala de baile, mesas de billar y teatro.