La tentación de El Mundo Sin Vicios
Uno de los géneros más comunes en el ámbito de la ciencia ficción es el de las distopías o antiutopías, es decir, el de contar una historia representando una sociedad ideal que, en realidad, no es tal. Puede deberse a que no es más que una ilusión, y que al profundizar el lector descubre enseguida que ciertas premisas son inútiles o se desentienden de imprescindibles cuestiones humanas; o bien puede resultar que la perfección de dicha sociedad puede estar sustentada por un secreto terrible y difícil de aprobar para una persona no adoctrinada, o con dos dedos de frente.
Cándido María Trigueros, autoproclamado Continuador de “La Galatea” de Cervantes, forma parte de una compilación de escritos que dio a llamar graciosamente “Mis pasatiempos, almacén de fruslerías agradables”, y que se puede leer gratis en Google Libros a partir de una versión escaneada de un original de 1804 (muy anterior a los supuestos fundadores de distopías). Su revelador título “El Mundo Sin Vicios”, ya es mejor que el de cualquiera de las famosas distopías, y es solo el primer chispazo de ingenio en una obra de lo más reveladora, y que viene muy a cuento en los actuales tiempos, estos en los que, sin ser nosotros creyentes católicos, vemos extenderse en la sociedad una visión muy cercana a la de Lucifer sobre el género humano.