La mejor a la fecha
Esta última historia de Ned Cassidy, además de ser más extensa, es a mi gusto también la mejor de las, hasta ahora, cuatro entregas de las aventuras del Diablo Irlandés. Con una prosa muy cuidada, poé...
Esta última historia de Ned Cassidy, además de ser más extensa, es a mi gusto también la mejor de las, hasta ahora, cuatro entregas de las aventuras del Diablo Irlandés. Con una prosa muy cuidada, poética por momentos, Kenneth James continúa la historia donde la dejó al final de Luna Comanche, con Ned y Rosario tras el rastro de Caballo Moteado, ahora en compañía de un par de rangers de Texas que los han reclutado para la causa. Hay un cambio de registro notable, ya que si en las primeras (sobre todo en las dos primeras) el ambiente y el ritmo de la historia recordaban a los spaghetti western, aquí pasamos de la suciedad y sordidez de Leone y Corbucci a las vastas extensiones salvajes, a los paisajes que quitan el aliento de una cinta clásica de John Ford. Y es que la historia destila épica por los cuatro costados, dejando de lado casi por completo el componente weird y, por momentos, al propio Cassidy, que es uno más de una historia más bien coral, con muchos y muy bien construidos personajes. Como la joven y valiente Eli y su pequeño hermano Gideon, como el rígido y siempre "by the book" teniente de caballería Rutherford, el entrañable Rosario Monleón, la pareja de veteranos y curtidos rangers y, sobre todo, Caballo Moteado. Tan cruel, tan sanguinario y al mismo tiempo tan noble; un guerrero en sus días de ocaso, que sabe que el final se acerca y que trata de guiar a su gente con dignidad en los que serán sus últimos días.
Súper recomendable para los amantes del western, yo después de leerla me han entrado ganas de revisionar un par de clásicos, como Centauros del desierto y Río Bravo.
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