g–Tierra. El primer planeta del vasto universo colonizado por el ser humano. Sin contar la Tierra, por supuesto. Que fuera una gran corporación la primera en hacerlo, en lugar de una potencia, no extrañó a nadie. Era cuestión de dinero e iniciativa. Recabar datos, dijeron. Cartografiar, dijeron. Y a nadie le extrañó lo más mínimo viniendo de la Gran g Minúscula, la compañía que en otro tiempo había hecho lo mismo en la Tierra. ¿No fueron los que digitalizaron la practica totalidad de los libros del mundo? ¿No fueron los que cartografiaron todo el planeta con sus coches especiales y sus drones en aquel ya anticuado software? ¿Cómo no iban a ser ellos? Y, una vez arriba, una cosa llevó a la otra y decidieron construir la g–Ciudad. Armonía, pretende ser el nombre oficial, igual que el propio planeta, pero la gente seguirá llamándolos g–Tierra y g–Ciudad hasta que se aburran. La gente es así. Somos así.
Esta es la historia de un ser humano, solo en mitad de un hermoso planeta a estrenar.
Ha creado una gran historia a partir de tan solo dos personajes y un gato. Wow. Creo que poco más hay que decir tras eso. Me ha gustado mucho la construcción de la relación y, sobre todo, el final es... Más
¡Y no sólo tiene gato! Sino que además la historia se complementa con "Verás crecer la luna" del mismo autor, ambientada en el mismo universo. Aunque el tono de g-Tierra es mucho más amable...
Un relato de ciencia ficción que transmite un montón de sensaciones. La aparición del gato y su recreación es sublime, dándole un toque da mal rollo y "qué cojones está pasando" muy bueno. Una relació... Más