Durante la celebración de una procesión de Semana Santa, que se desarrolla en la capital del Principado de Asturias como bien pudo haberse ubicado en cualquier otra, uno de los miembros de una de las más importantes y respetables Cofradías de la localidad, ensimismado en el regocijo de su condición de miembro relevante de su comunidad, pasa por una traumática experiencia totalmente atípica e irreverente.