El año, 1995. El lugar, Hong Kong.
Charlie Chan, estrella del cine de acción y artes marciales, incursiona en el mercado asiático, por primera vez en solitario y en una saga de películas que parece maldita: “Dragón Wong.” Lo cierto es que los accidentes se suceden en el plató, los especialistas ya no quieren trabajar, y la producción parece camino a la ruina.
Esto es, hasta que Terry Leung, productor de Silver Vintage Studios, contrata a un consultor de seguridad. Un occidental, que se hace llamar Vincent Rayne, aunque en los bajos fondos de Hong Kong es conocido por su verdadero nombre: Damon Drake.
Damon debe desentrañar el misterio detrás de los accidentes (o atentados) a la vez que prevenir que Danny, su hija adolescente que se está quedando con él una temporada, siga metiéndose en problemas.
Continúan “los años perdidos de Danny Drake” con una aventura que une a padre e hija con Charlie Chan, en el mundo del cine de acción del Hong Kong de los años noventa.