Recopilar algunos poemas que siempre han estado pululando por ahí en modo digital, en cada carpeta o transcritos de alguna vieja libreta, papel o servilleta, que he tenido a mano, siempre me ha sido difícil. ¿Cómo se puede colocar para causar una grata impresión; para que, como las notas de un pentagrama, hagan subir y bajar la dulce música de la poesía?
«Cronopos y antiopetas. Una fauna literaria» Es un pequeño homenaje a esa poesía fuera de los cánones tan corriente hoy en día. Dónde la métrica juega con el lenguaje y la sonoridad, más allá de las rimas y las delimitaciones (en algunos casos) de la métrica definida de un soneto, por ejemplo.