Microrrelato. En los pueblos y sus calles se graban nuestras vivencias e historia. Nuestra esencia como personas no se puede desligar de la historia de nuestras calles, lugares y rincones. Vivir de puertas adentro, renunciar a la ciudad, es borrar nuestro pasado y, con él, nuestra historia personal. Y sin historia, ¿Qué somos?