Una sobrecogedora historia sobre los demonios interiores, aquello que te persigue invisible e intangible. ¿Quién puede juzgar el miedo de una persona? ¿Y cómo enfrentar esos miedos?
Una mujer que enfrenta el terror que la marca y persigue, que la susurra. Porque lo ha perdido, le han quitado todo. Y nadie la cree.
Así que decide afrontar ese tormento cara a cara.
En un barco que es ataúd, con leyenda negra, al que nadie se acerca. En su interior la aguardan muertos amigos, y la mayoría que no. Que la desean para que forme parte de la tripulación y perpetúe ese horror que la seduce, que se muestra atractivo. Ella duda, pero no se achanta.
En estremecedora lucha contra la esencia misma del buque varado, hundido a medias, la reencarnación de lo nefasto. No abundaré en el final sorpresivo.
Pero su tono, su prosa, su ambiente, ha calado. Y me gustaría leer más del autor.
Sumérgete.