Y el milenio comienza con una niebla naranja. Un sueño de tierra y anhelo... que no se cumplirá.
El erotismo y la espiral de las palabras ligando a la vida con su inevitable y caótico magnetismo. La lepra erótica desprendida en la fricción de los portales de los cuerpos deviene niebla inmaterial. El humo que queda prendido ya el fuego.
Fauvismo poético, sinestesias de pasión.
Un ejercicio de introspección-extrospección vaporoso y sensual.