''Dicen que la palabra es un arma; sin embargo, tú hiciste del Silencio tu escudo. Ese día, recogiendo de mi corazón toda la metralla, firmé tregua, redención y paz a esa guerra la nuestra donde solo quedaron vencidos''.
A veces, lo que nos daña es precisamente lo más creemos sanador remedio. Fuimos y seremos Silencios es la crónica de viaje desde el descubrimiento de lo tóxico de una relación hacia el reafirmamiento de que en soledad también se puede; de que hay que quererse a uno mismo, y sobre todo, libre. Así, aunque pudiese haber habido anunciada muerte, esta es la historia en verso de cómo; a veces, al arder, renacemos de nuestras cenizas a imitación del ígneo Ave Fénix.
Fuimos lo que callaste, seremos lo que ahora grito.