Cuenta esta leyenda que dos amantes irresponsables se atrevieron a hacer lo que ningún humano debe, a creerse dioses del tiempo y dueños del destino, cabalgando en su soberbia directos al abismo de su castigo por tal osadía. Si prestas atención y te asomas a la negrura de su prisión podrás escuchar su lamento, pero ten cuidado, no vaya a ser que tú también caigas.
Toma esta historia como una lección de lo que no se debe hacer, aún si la compasión se despierta en ti al conocer de ella.