Algo extraño pasó aquí.
Kath lo siente en los huesos, la certidumbre le pesa sobre la lengua. Un fino hilo tira de su hermano Seth y de ella hasta el Hotel Caronte, los enreda y emborrona sus límites. Se trata de una sinfonía que lleva interpretándose desde antes de que nacieran. Solo para ellos, si es que se atreven a escucharla.
Y, juntos, no hay nada a lo que los mellizos Madden no se atrevan.
*Relato escrito para la convocatoria "Bienvenidos al Hotel Caronte" de Literup.