La autora ha conseguido transmitir un montón de sentimientos y pensamientos en tal solo 37 páginas llenos de poesía, vivencias y reflexiones. Nos ha ofrecido un pedacito de ella y debemos agradecérselo porque me ha transmitido un montón de cosas buenas con sus poemas. Sé que está mal devorar un poemario así, pero ha sido inevitable, por lo que me ha durado menos de media hora. Cuando empiezas, no puedes parar. Sin duda alguna, lo que más me ha gustado es la crudeza con la que toca ciertos temas, sin maquillarlo, diciéndote verdades a la cara y eso es lo que necesitamos hoy en día: que no se nos mienta y nos digan todo a la cara, sin tapujos.