Mejillas Rojas es de esas historias que te calientan el corazón y te dejan con una sonrisa.
Los personajes son tan entrañables que llorarías si se cortasen el dedo pelando una patata, ¡no quieres que les suceda nada malo! Incluso te encariñas de aquellos secundarios que podrían causar el caos.
La pluma de Laura es tan sencilla que lo lees en un santiamén, te sumerge en la historia con sólo un par de palabras y cuando terminas te das cuenta de que sólo quieres volver a empezarlo una y otra vez