Me encantó leer los relatos que componen la antología en su momento, son muy tiernos y divertidos, como casi todo lo que hace la autora. Pero en esta colección además me gusta la forma en la que introduce tradiciones, formas de hablar y rasgos propios de la tierra donde vive, una tierra de la que apenas se habla. Está bien quitarnos el complejo de que sólo se puede hacer fantasía con cosas anglosajonas, aquí también tenemos muchas cosas que merecen la pena.