Me resulta difícil valorar con estrellas un relato tan corto, como dije en twitter, me he sentido muy identificada y es muy triste, porque no soy (ni mucho menos) la única que lo dijo.
Tenemos que aprender (sobre todo me refiero a la escena del ascensor) a NO DAR POR SENTADO que lo que nosotros pensamos que es el ideal de vida, lo es para todo el mundo. Cada persona piensa, siente, vive a su manera y HAY QUE RESPETARLO.
En otro orden de cosas, es muy angustiante que en tan pocas paginas y palabras describa una situación con la que todas podamos identificarnos (para mal) :-( Ojalá no fuese así.
Me gustó leerlo pero me dio un poco de agobio. Creo que era la idea de la autora, así que chapeau.