Conseguir que Tito transmita emociones teniendo en cuenta que apenas abre la boca y parece un globo con peluca es un reto difícil, pero Xavi Águeda lo supera con nota. Cuando me pidió que escribiera un pequeño prólogo dije que sí enseguida: siempre me cayó bien Tito y me gusta la idea de poner a alguien tan tímido bajo los focos. Que así escrito suena a putada, pero bueno.