Cuando uno escribe busca remediar las cosas. ¿Qué es la literatura si no un intento por corregir los errores de esta realidad? Y la ciencia ficción es una forma alejada de la literatura. Ese alejamiento me permite ver mejor los errores. Los personajes de Los paranoicos buscan en el fondo librarse de enclaves muy profundos que nos hostigan, lugares comunes que continúan deteriorando al ser humano. Estos ocho relatos son el enfrentamiento mismo al desamparo y a esa soledad inmensa que es nuestro futuro. Si bien se dice que la fascinación por lo que está por venir nos gobierna, también es justo mencionar que escribir con pasión y amor no siempre nos termina de definir. Desde entonces, encuentro en la ciencia ficción las maneras de preguntarme quiénes somos en realidad y qué es lo que estamos haciendo acá. Escribir lo que se debe escribir. Es la manera que me reclama. Y nos tiene que convocar.