Un alma serena, furiosa y herida desgarrada por la culpa y el pasado, un bosque impenetrable y un castillo abandonado.Una bestia que guarda y un poderoso secreto y un final a la altura de lo anterior.
Un relato que lo primero que te evoca es la imagen de Nadiuska en Conan te hace abrir mucho los ojitos despertando tu atención pero si además continúa como si Tarantinooooorl hubiera tomado la temática Disney y le hubiera dado ese toque de bizarrismo elegante en plan: "Os voy a fostiar" ya te llega a la patata.
La maquetación y el estilo poético impecables. Una historia que sorprende, entretiene y sobre todo, inspira porque sencillamente, en los cuentos, ni los malos son tan malos, ni los buenos tan buenos.
La autora escribe like a Bosch y lo sabe.