Nací en Madrid, en la calle Libertad, a las once de una mañana de enero, durante una gran nevada, apenas dos años después del final de la Segunda Gran Guerra del Tráfico.
Nací en casa. En aquella época solo los muy ricos o los muy pobres nacían en hospitales. Las cartillas de racionamiento para el pan y el tabaco coexistirían todavía 5 años con la recogida de basura a cargo de los traperos con carros tirados por mulas y las lecherías con vacas en el patio.