Tras alcanzar la dignidad de Campeona del Rey del Infierno, la vida sigue pàra la Dragona de Obsidiana. La personal... y su vida profesional como asesina a sueldo.
Su más reciente contrato sin embargo, no es una muerte. Se trata de un secuestro. Sin complicaciones, salvo las habituales. O eso piensa ella. Porque en este caso, sobre su misión planea una sombra literalmente antediluviana. ¡Y que todavía vive!