«La poesía escrita en el Caribe, para nosotros lectores continentales, posee también la figura de una isla, de la cual hemos ido sabiendo más por los barcos que salen de allá que de los nuestros que han osado llegar. No me atrevería a decir que es un secreto a voces, pues ha sido secreto para nuestra comodidad e ignorancia, pero un tesoro para quienes han rastreado el camino de la experimentación, las vanguardias, los desajustes del lenguaje a lo largo del siglo XX, inclusive antes y después. En ese contexto, República Dominicana hoy quizá lleve la delantera con su enorme e inusitada tradición poética que nos sorprende no tan sólo por la fuerza de su continuidad sino que también por la intensidad de su vuelo. En este escenario es que la obra del joven poeta Ricardo Cabrera Núñez (1983) viene a releer y reescribir un universo paralelo a modo de un náufrago que sólo ve imágenes cuánticas de un viaje fuera de la línea del tiempo. De allí que este libro, Viñetas ojepse, archipielaguice tonos, texturas, lenguas, idiomas, símbolos, figuras, personas gramaticales como si de un tornado léxico se tratase, arrasando con la formalidad de la sintaxis y desbordando con la rabia de un sobreviviente. Claramente, la obra de Ricardo Cabrera Núñez dialoga con la novísima poesía latinoamericana a su manera, es decir, mediante rizomas y devenires que se agrandan y achican o a través de un nuevo lenguaje que se tajea a sí mismo preguntándose de manera brillante y despiadada por un quinto punto cardinal que sólo existe en la poesía misma.»
Héctor Hernández Montecinos (Chile)