¡Viva la muerte! es el grito de Millán Astray, fundador de la Legión. En efecto, vive la muerte podía ser la triste constatación de su rival, Miguel de Unamuno, en la ceremonia que tiene lugar en la Universidad salmantina en 1936. Pese a su disparidad, entre la mística necrófila del fascismo y el pesimismo de la inteligencia, se aprecia una base común: la abrumadora presencia de lo macabro en la cultura y política españolas del siglo XX.
Sus raíces son profundas. Lo macabro desempeña un papel crucial en nuestra cultura, desde las danzas de la muerte medievales a la vanitas barroca (Valdés Leal), desde el suicidio romántico (Larra) a la recreación de la España negra (Regoyos), desde la estética de lo sórdido (Solana) al tremendismo (Cela). A su vez, lo macabro ha tenido una incuestionable dimensión política como arma de intimidación antes, durante y después de la Guerra Civil, y como instrumento de reafirmación y propaganda (la necrofilia franquista).
Ahora, en nuestros días, la memoria histórica se polariza en la oportunidad o no de exhumar fosas comunes. Lo macabro nos espanta, atrae y desconcierta, pues limita al norte con el horror, al este con la ira, al oeste con el asco y al sur con el humor negro. Nadie ha visto jamás una calavera seria.
Rafael Núñez Florencio, historiador y filósofo, ha desarrollado una extensa actividad investigadora, crítica, docente y divulgadora. Ha sido también editor y director de varias colecciones editoriales. Autor de numerosas obras sobre historia contemporánea mundial y de España, en especial sobre los aspectos sociales, políticos, ideológicos y culturales, desde el terrorismo anarquista al militarismo y el antimilitarismo, pasando por la crisis del 98, la visión foránea de España o la construcción nacional del paisaje. Ha publicado en esta misma editorial El peso del pesimismo. Del 98 al desencanto.
Elena Núñez González es doctora en Filología Hispánica (con Premio Extraordinario) y crítico literario, miembro de la Asociación Española de Críticos Literarios. Especialista en literatura medieval y moderna, ha participado en distintos Congresos en España y fuera de ella, y ha sido colaboradora de la Gran Enciclopedia Cervantina. Autora de varios artículos en revistas especializadas (nacionales y extranjeras), en especial sobre el papel de lo maléfico en la literatura española, ha publicado recientemente una edición crítica de la Galería fúnebre de espectros de A. Pérez Zaragoza.