El juego de metáforas e imágenes que crean tanto a la protagonista como su historia es, a mi gusto personal, perfecto. La narración te mece y te atrapa.
El final es igualmente perfecto y te deja con una sonrisa en la boca.
Una hermosa historia sobre un mito griego que a pesar de su poca extensión (todo lo que escribe Marina Tena se me hace corto), presenta perfectamente a los dioses que tanto conocemos, haciendo que a los fanáticos de la mitología griega nos atrape por completo.