El libro lo he leído en un suspiro y Marta maneja la tensión que hay entre los protagonistas con mucho ingenio y soltura. Son dos personas que se atraen y que a la vez están llenas de orgullo. Chocan y se atraen, constantemente, creando una tirantez entre ellos que hace que como lectora disfrutes.
Hay escenas que sacan los colores de forma cuqui por lo que implican y la forma que la protagonista tiene de enfrentarse a ellas, con orgullo y fingiendo dignidad cuando en realidad se daría una palmada en la cara. Véase el momento baño.
Una lectura muy amena, con diálogos chispeantes y unos protagonistas que desprenden fuego.