Meritxell Matas nos lleva a una pequeña casita donde los secretos pueden llegar a costarte demasiado. A través de pequeñas pinceladas, la autora nos permite ir imaginando qué es lo que hay detrás de la muerte de la abuela Aisling.
Tengo que decir que el relato se me ha hecho breve a la par que intenso, y me habría gustado saber más. Mucho más.