Hay segundas partes que son mejores que la primera. Y luego están las segundas partes que son tan jodidamente buenas que además mejoran la primera. Toda la novela te mantiene enganchado, tanto por los nuevos acontecimientos como por la reinterpretación de lo que pasa en el primer volumen. La capacidad de tejer la historia que nos quiere contar es extraordinaria. Sin duda uno de esos libros que recuerdas por más que pasen los años.