A lo largo de los cuentos, el género se desdibuja entre los miedos y el dolor, entre las ilusiones y lo desconocido, y entre la realidad cotidiana y la competencia con el destino. Terror, ciencia-ficción o simplemente drama. Es por ello, que recorrer el laberinto involucra conocer el misterio de los juegos mentales y las fantasías humanas. Implica, además, dejarse llevar por una narrativa variada que va desde lo más simple y mundano, hasta la extrañeza y lo exótico. Es un recorrido con principio y fin, pero sin escapatoria porque todos esos personajes, esos ambientes y esas sensaciones -que se sienten en el propio cuerpo- se quedan encerradas en un laberinto enmarañado que se arma dentro de la propia mente del lector.
AVISO: Los cuentos incluyen, en su mayoría, contenido sensible.