Después de triunfar robando las bragas del mayor trasero de la escuela secundaria Billy no puede esperar a llevarlas a casa para olerlas. Cuando su padre le pilla en una posición comprometida con un fuelle crujiente metido en la nariz se impone la necesidad una conversación sincera. Billy, un joven caprichoso que necesita un recordatorio, está a punto de recibir una lección sobre el verdadero significado de la familia.
Traducción de Albert Kadmon.
Lo que empieza como algo guarrete termina con un final inverosímil lleno de frenadas. Es una lectura estimulante y cerda. ¡Viva la caca!