Massenger está siempre encapotada. Cuentan que al otro lado de ese mar de nubes se
encuentra una ciudad de ángeles y que desaparecieron de la noche a la mañana hace más
de una década. Nadie, sin embargo, se ha aventurado a buscarlos.
Prila tiene un truco: deja que el aire la lleve. Aunque siempre ha visto esa ciudad
fantástica desde la distancia, conoce bien el viejo invernadero, donde viven muchos de
sus amigos, los pájaros. Pero ¿de dónde han salido esas aves maravillosas y por qué son
capaces de hablar? ¿Tendrán algo que ver con la desaparición de los ángeles?