Además del tema de la ganya, sí, a lo largo de los cuentos encontrarán escenas de muchachos universitarios que tienen encuentros del tercer tipo con la policía; “Young-adults”, que hartos de la rutina limeña lanzan de todas las formas posibles por las calles de Barranco; correctores de estilo que miran su trabajo como una condena perpetua y, principalmente, imágenes de personajes que viajan de Trujillo a Lima, pero no imágenes tristes, sino bastante graciosas.
Pero de nuevo, mi punto, es que los cuentos irán rompiendo con el género mismo hasta convertirse en relatos amorfos, desde mi lectura, muchos de ellos autoficciones, pero otros simplemente intentos de crónicas que parecen cuentos, pero parecen crónicas, pero parecen fragmentos de un diario o de un manual sobre: Cómo lanzar por diferentes partes del Perú y no ser atrapados por los tombos o Cómo sobrevivir en Lima lanzando como una chimenea.
MARÍA FONT