La inyección de hipersexualidad de SxT, o como me gusta llamarlo, Sexo por Troya, lo convierte en un clásico inmediato del arte extremo. Y de hecho sufrirá el calvario de la censura por todos los pusilánimes de estos tiempos, a quienes todo ofende, pues una amalgama de incesto, pedofilia, orgías y violaciones, con un sulfuroso aderezo de violencia; amén de frases tan políticamente incorrectas para esta sociedad absurda como: “y encontrarme con un buen cabro, uno de esos operados y tirármelo en un basural, y después matarlo” hacen que me reafirme y repita: "Jules te bendigo y te doy la bienvenida al ostracismo cultural".
CARLOS CARRILLO