Este pequeño relato forma parte de un grupo de textos que escribí en 2019. Es una reflexión sobre un problema real que no puede ser ignorado, y que compete a toda la especie humana.
La vida es algo demasiado grande, demasiado preciosa, demasiado única, como para no buscar planes alternativos. Planes para asegurar que, en las peores circunstancias, como especie, sigamos adelante. En armonía, en paz, y con el criterio de poder cuidar nuestro pasado, proteger nuestro presente, y asegurar nuestro futuro.
Somos una especie con muchos problemas y complejidades, y cometemos muchos errores, es cierto. Pero podemos superar todas las barreras, y encontrar nuevos caminos. Y es importante asegurar que siga siendo así. Para ello, y una vez más, abrir nuevas fronteras será un elemento crítico para la supervivencia.
Agradecer, por último, a los lectores de Lektu, su interés en los relatos anteriores. Muchas gracias. Y que nadie lo olvide: soñar con las estrellas es el camino para convertirnos en ellas.