Akarat, el mercenario más afamado y mejor pago de las Tierras Occidentales, acaba de asesinar en combate singular a Tara, su amiga y paladina del Baronato de Gromberg. Él no sabe siquiera por qué ella le obligó, pero esa deuda de honor con el Baronato le llevará a aceptar una misión que normalmente rechazaría.
El poblado agrícola de Barum ha sido arrasado hasta su último habitante, y todas las flechas apuntan como culpable al vecino Ducado de Malvar, una potencia regional por su manufactura del acero, y antaño dominador del Baronato.
Akarat tiene una semana para llegar hasta el responsable del genocidio, mientras las fuerzas del humillado Gromberg se reúnen en la planicie de Gheltica, y nada de su experiencia como soldado de fortuna le ha preparado para la imposible misión de evitar un conflicto que costaría miles de vidas. Contará para ello con una compañía de personajes tan disímiles como incompatibles: un hábil ladronzuelo, un leñador sobreviviente de Barum, una espía-asesina de Gromberg, un médico-investigador, Consejero del Ducado de Malvar y una Monje Sin Rostro, de una secta religiosa proscrita que se creía desmembrada... hasta ahora.
En su Opera Prima, el uruguayo Marcel Pujol nos lleva al continente imaginario de las Tierras Occidentales, una vasta región preindustrial donde la religión ha sido proscrita luego de sobrevivir a una Gran Peste que mató a 9 de cada 10 habitantes. Los regentes luchan y pactan entre sí para conservar el mando, sometidos al poder de las masas que les mantiene en el trono, atentos a las conspiraciones de sus rivales... y sobre todo las de sus allegados de mayor confianza...