Antología irrelevante de una adolescencia fugaz, lejana, prepandémica.
Anecdotario nostálgico de pasiones, miedos, ilusiones y desatinos.
Cuentos absurdos, reales, desprestigiados.
Berrinches juveniles, críticas sociales, sátiras de la irreverente humanidad.
Melodías sutiles, susurrantes, insignificantes. Etéreas.
Experimentos sensoriales, plumas divergentes, chistes sin remate.
Todo esto y nada más componen esta obra sin sentido, editada por primera vez en 2015, y reeditada en pandemia para despabilar el niño anterior.