Si prescindimos de todo nos queda lo imprescindible, que es lo esencial.
¿Por qué los vampiros dirigen el Consejo de Administración de los bancos? ¿De qué agua del Reino de las Siete Fuentes beberías sabiendo que cada una te concederá un fabuloso deseo pero, al mismo tiempo, se cobrará un doloroso pago? ¿Qué tributo impondrías a la muerte si lograras vencerla en una partida de ajedrez? ¿Podría una agencia de contactos proporcionarnos a nuestro hombre o mujer ideal? ¿Sabes que al nacer posees dos hermosas alas que, al crecer, cercenas en aras de un pragmatismo impuesto? ¿Cómo una pistola es capaz de sortear una trama de azares hasta llegar a las manos inocentes que den cumplimiento a su secreta vocación de sangre? ¿Podrías cuestionar el justo veredicto de un rey sabio? ¿Cómo identificar al asesino entre dos gemelos univitelinos acusados de ello? ¿Qué pensarías si un día, al subir al autobús, descubrieras sentada frente a ti a la Gioconda? ¿Tendrá el Paraíso fronteras de concertinas custodiadas por ángeles de uniforme? Si validamos el mito de Adán y Eva, ¿debemos admitir el origen incestuoso de nuestra especie? ¿Crees que es posible escribir prescindiendo de algunas o todas las vocales, o empleando tan solo una de ellas, o sustituyendo letras por números?
En este nuevo libro de relatos, José-Reyes Fernández rompe el género y propone al lector, en algunos casos, el desafío de completar sudokus narrativos.
Cuentos urgentes para un tiempo lento es el formato de literatura de urgencia adecuado a nuestro tiempo tan veloz e imparable. En su aparente brevedad estos relatos encierran el estímulo de una trama comprimida que se puede sorber de golpe, como un delicioso trago de concentrado licor.