Natxo Barberena es arquitecto de formación, pintor de vocación y poeta de sentimiento. Su vida ha girado siempre en torno al arte como medio de expresión personal. Confiesa que a través de la pintura sus ensoñaciones han tomado forma y colores, la arquitectura le ha disciplinado espacialmente, pero ha sido la poesía la que ha ayudado a formar una percepción del mundo, de su propio interior y de todo aquello que le rodea.
En "Reflejos del devenir" este humanista del s XXI ha sido capaz de construir un universo poético propio y compartido, que arranca con una cita de Marcel Proust altamente reveladora:
" El único verdadero viaje de descubrimiento no consiste en buscar nuevos paisajes, sino en tener unos ojos nuevos".
El poeta resiste a lo largo de su propia creación, no escribe para ser inmortal, lo hace por necesidad, defiende la alegría:
"Resiste, por favor resiste
que yo aguanto
para llegar a ver juntos
un día luminoso en una sociedad curada
de tanto espanto".
La poesía de Barberena es resistencia, pero no de trinchera sino de alma.