Desde que los Djkain, los Verdaderos Hombres, podían recordar, las Kure-Kagira habían caído, durante millones de giros, sobre Este Mundo Helado, para alimentar con su carne y su sangre a los hijos del Dador.
Pero hace ya más de seis generaciones que el Mundo-Dios no bendice a sus criaturas con las Bestias caídas del cielo, y los Djkain languidecen en su pequeño mundo, acercándose cada vez al abismo de la extinción.
Una noche, después de veinte mil giros de ausencia, el Rastro vuelve a aparecer en el cielo, anunciando a los Verdaderos Hombres que una de las Kure-Kagira ha regresado para morir, y así volver a alimentar a los Djkain con su cuerpo. Pero solo una tribu, solo la que primero logre llegar hasta la Bestia y arrancarle el Corazón, podrá poseerla, y dominar así Este Mundo Helado.
Para Tuerto, convertido de repente en Guardián del Portador, y Brenn, su fiel medio hombre, se inicia una carrera frenética, junto al resto de la tribu de los Domadores, para conseguir ser los primeros en llegar hasta la colosal Kure-Kagira cuando impacte sobre Este Mundo Helado.
Tuerto, que apenas ha cumplido la mayoría de edad y para quién las Kure-Kagira son apenas un mito de tiempos antiguos, ignora que esta caza inesperada cambiará para siempre no solo su vida, sino el mundo completo en el que viven los Djkain.