Añó 1714, Saint Domingue (Antillas Mayores). La joven Anne Marie es expulsada del convento, el único hogar que conoce desde que nació, por haber hecho cosas feas aunque muy agradables en la capilla. A las hermanas no se les ocurre otra cosa para deshacerse de la indeseable que entregarla al primer mercader que pasa para que la lleve a servir a una importante casa de la villa. Pero ese hombre ni es mercader ni hombre, se trata de la temida pirata Jezzabel Avery, conocida en todo el Caribe por sus innumerables fechorías. Anne lo descubre demasiado tarde y es hecha prisionera y transportada a su barco para ser vendida como esclava sexual.
Sin embargo, tras entregarla primero a su sufrida tripulación para su divertimento, Avery decide que es demasiado preciada y decide quedársela para disfrute personal. A partir de ese momento, todo son experiencias emocionantes para la antigua novicia. Dolor y pasión se mezclan confundiéndola, borrando el odio que una vez creyó sentir y despertando la admiración por su dominadora, una mujer sin igual.
En eso estaba, entregada al dulce sufrimiento, cuando el amor se cruza en su camino. Pero... ¿es realmente amor? Hombre o mujer, paz o tormento, Anne Marie deberá tomar su decisión.