C. Auguste Dupin es un extraordinario investigador privado (en esa época no existía el término detective), quien resolvió el caso de Los crímenes de la calle Morgue y se acercó a la solución en El misterio de Marie Rogêt (basado en un caso de la vida real, el cual no pudo ser resuelto por las autoridades). Sin embargo, sus méritos no son reconocidos, siendo envidiado por otros inspectores, que pocas veces le piden colaboración. Tanto es así que el prefecto de la policía tiene años sin hablar con Dupin y acude desesperado para que él lo ayude.
De por sí, Dupin está molesto con el jefe de la policía porque sabe que sus esfuerzos no son ni serán reconocidos en el departamento policial. El prefecto cuenta que a una dama de la nobleza le robaron una carta comprometedora, en su presencia, y no pudo reclamar, en el momento, porque había otra persona en esa sala. Y precisamente, el truhán, es un ministro, quien hábilmente cambió una carta suya por esa, y ahora utiliza esa misiva para chantajear a la noble. Incluso este documento es tan importante que se ha ofrecido una gran recompensa para recuperarlo, pero el prefecto ha allanado la residencia del ministro, lo ha asaltado enviando sus hombres como falsos delincuentes, y no ha podido recuperar esa carta. Por eso, es que él no tiene más remedio que acudir a Dupin, así no se lleve bien con él.
Contenido:
I. Introducción
II. La carta robada
III. Consideraciones finales