El autor va a París y se encuentra con C. Auguste Dupin, quien es un joven adinerado, que ha caído en desgracia, aunque todavía vive bien con sus modestos ingresos, siendo un apasionado por la lectura y los trabajos de investigación (en esa época, año 1841, no se conocía el término detective).
Ha sucedido un crimen horrible en la calle Morgue (cuyo nombre es el del lugar utilizado para depositar los cadáveres): una anciana y su hija han sido cruelmente asesinadas en su casa. A pesar de que la policía sospecha que el motivo puede estar vinculado para robar un dinero que la fallecida retiró previamente del banco, el asesino no se llevó estos fondos ni objetos valiosos del hogar. Aunado a esto, personas cercanas a esa casa, oyeron las voces de alguien hablando en francés y otra que no se puede identificar. Un testigo aseguró que la segunda voz era francés, mientras que otros, también de manera no confiable, señalaron: español, italiano, alemán, inglés y ruso.
Contenido:
I. Introducción
II. Los crímenes de la calle Morgue
III. Consideraciones finales