Intrusión

Reseña audiovisual en https://www.youtube.com/watch?v=3wJwq-OdNI4

El libro empieza siendo peculiar desde el inicio con un capítulo -1 que refleja un microrrelato de uno de los protagonistas, texto qu... Reseña audiovisual en https://www.youtube.com/watch?v=3wJwq-OdNI4

El libro empieza siendo peculiar desde el inicio con un capítulo -1 que refleja un microrrelato de uno de los protagonistas, texto que ya marca un tono y dibuja la atmosfera que alimentará luego el resto de la novela. La presentación de los dos personajes principales es brutal, emocional y físcacmente respectivametne y también marcará sus caminos posteriormente.

Y es que lo primero que llama la atención de es libro es el estilo peculiar, al menos nunca leído por mí, de Román quien, ya desde las primeras líneas, marca cómo va a contarnos esta historia de un modo consistente a lo largo de toda la obra, con detalles reconocibles y más obvios (repeticiones, contraposiciones, matizaciones que podrían parecer redundancias pero que en realidad afinan el significado nuclearmente) y otros más sutiles como la intercalación que tiempos verblaes en subjuntivos (el tiempo del deseo y la esperanza) y condicionales en los momentos precisos. Este estilo envuelve, abrazando en algunos momentos, agobiando en otros, liberando cuando debe, medido todo ello tan milimétricamente que parece obvio y natural. Ayuda a este fuelle la duración de los capítulos, por lo general muy cortos, de hasta una sóla página y, si no recuerdo mal, un máximo de diez, estando el promedio en las cuatro o cinco (hablo de cabeza, no lo he medido). Esta peculiaridad da espacio a que paremos al final de cada uno de ellos durante un momento antes de seguir, bien para tomar aire, bien para asimilar lo conatado, bien para reflexionar sobre ello, poner de nuestra parte e involucrarnos más con la lectura.

Pero vamos al cuento. La anécdota de la novela es un experimento psicológico realizado por dos amigos en busca de la verdad oculta por la propia memoria que, como se ha demostrado, no es el discoduro de videovigilancia que muchos querrían sino que tiene todo un equipo de edición destinado a hacermos la vida más viviblie, al menos desde un punto de vista de la mera supervivencia, ensalzando los buenos momentos y atenuando o hasta eliminando los que nos harían desistir de seguir viviendo. Como puede adivniarse este experimento no va a tener buen final, pero tampoco va a ser el final esperado. En esta odisea de autoconocimiento (maldito seas oráculo de Delfos) común y mutuo llegan a fusionarse mentes y ánimos, llegando un clímax psicodélico y a un enfrentamiento digno de novela gráfica de culto, algo de lo que de nuevo podemos anticipar el qué pero en ningún modo el cómo, mucho menos en lo que vendrá después, y no porque los giros sean estrambóticos al final son lo que debían ser, de nuevo la coherencia interna es perfecta, milimétrica, trabajada al punto de ser natural y obvia, como si nada. Así, con esa excusa, nos habla de otras muchas cosas, grandes cosas, que cada uno arrimará a su sardina, como hacen las grandes historias, esa que, en realidad, nos están hablando de nosostros mismos.

En resumen: una genialidad, me la lean. Más

En un presente infinito recordamos todo lo sucedido. Yo no olvido. Jo me mostró cómo y por que motivo entrometerse en la memoria de uno mismo. Una gran novela que te remueve por dentro. En un presente infinito recordamos todo lo sucedido. Yo no olvido. Jo me mostró cómo y por que motivo entrometerse en la memoria de uno mismo. Una gran novela que te remueve por dentro.

Como primera impresión, es una obra que no tiene desperdicio.
Me ha sorprendido mucho, a pesar de ser fiel representante del estilo del autor. Tremendamente personal, introspectivo y profundo, quiene... Como primera impresión, es una obra que no tiene desperdicio.
Me ha sorprendido mucho, a pesar de ser fiel representante del estilo del autor. Tremendamente personal, introspectivo y profundo, quienes conozcan a Román, saben de qué hablo. El resto, recomiendo hacerlo, si lo que buscáis en la lectura no es una velada en la playa, sino una ascensión llena de emociones a la cumbre más escarpada.
Como Sinopsis y por no desvelar ni hacer spoiler, Intrusión trata de un grupo de amigos con un pasado oscuro, con secretos y medias verdades, y en el que dos de los integrantes buscarán la verdad, escondida en los recuerdos que tienen de sus vivencias, llegando a la raíz de las mismas en un viaje a lo más íntimo de su existencia, al interior de ellos mismos, y querrán, de paso, transformarla en beneficio propio.
Es un texto que te da la información a cuenta gotas, que entrega las claves para entender lo sucedido al final y envuelta de capas para disfrazarla. Obliga a una segunda lectura, porque en la primera lo que manda es saber los porqués y cómo van a arreglar todo ese desaguisado mental, y en la siguiente ya con la información en el poder del lector, se puede entonces centrar la atención en los matices.
Para muestra, un pequeño dato. He leído la última página y he vuelto a colocar el marcador al principio. Eso no lo consigue cualquier otro. He cerrado el libro y me he quedado mirando la portada unos segundos, para acto seguido abrir y leer las cuatro primeras páginas. De pronto, todo tiene mucho más sentido. No es que no lo tuviera antes, pero saber el destino que espera a los personajes, conocer su historia, ya resta el efecto de mi impaciencia, esa vieja conocida. Ahora quiero entrar al detalle. Descubrir en cada uno de ellos las pistas y poder descifrar todos los significados escondidos.
En la narración se percibe que el autor ha disfrutado, agobiado, sentido, etc... Así se transmite en cada palabra. Hay también momentos, muchos, muy duros, de levantar la vista del papel y pensar 'ufff... Necesito respirar'. El autor obliga, o entras en el interior de cada personaje y lo interiorizas, o no te enteras de nada, leyendo esta historia de amor, desamor y amistad sobre todas las cosas. Lo que se puede y no se puede perdonar o aceptar, lo que trasciende a la vida. Es un relato sin buenos ni malos, es vivencias compartidas, las buenas y las dolorosas, errores y un despertar. Un 'click'. Y un cambio radical de rumbo.
No es una lectura ni ligera ni apta para todos los públicos. ¿Eso es bueno o malo? Pues depende, pero eso ya lo sabe quién ha leído cualquier relato suyo, como comentaba anteriormente. No pone al lector las cosas fáciles en sus relatos cortos, aún menos en un proyecto más ambicioso, como es una novela. Más