Bocado delicioso que deja con ganas de más
Esta primera obra de Alister Mairon narra las aventuras de Paloma, una sorgina o bruja que atraviesa Asturias en busca de su amada, Eloisa. La acompaña Aker, un ser misterioso con el que ha hecho un t...
Esta primera obra de Alister Mairon narra las aventuras de Paloma, una sorgina o bruja que atraviesa Asturias en busca de su amada, Eloisa. La acompaña Aker, un ser misterioso con el que ha hecho un trato para que la ayude en su búsqueda. En su camino se cruzarán con diversas criaturas procedentes de leyendas cántabras y astures como son la güestia, musgosus o cuélebres.
Sorgina tiene un ritmo ágil, ayudado también porque la trama de Paloma y Aker se intercala con la de César, el enviado del responsable del proceso de Zugarramurdi, un tipo cruel y despiadado que persigue a Paloma y no parará hasta darle caza. Además, hay diversos misterios que se van descubriendo poco a poco a lo largo de la historia. Esto hace que la historia se acabe más pronto de lo que quisiéramos, con un final que se resuelve quizá demasiado rápido, sobre todo porque los personajes son bastante peculiares y dan ganas de conocerlos mucho más.
Paloma, a pesar de ser la protagonista, me ha dado la sensación que es el personaje cuya personalidad queda más desdibujada, quizá también porque se presenta como más compleja en poco espacio. Es valiente, pero también tiene miedo; es firme a la hora de enfrentarse con monstruos, pero también es piadosa. Desde luego contrasta mucho con Aker, cuyas motivaciones son completamente diferentes y su aparente dejadez solo hace acentuar su marcada procedencia sobrenatural. Pero si hay un personaje que impacta, ese es César. No me gusta hacer comparaciones de este tipo, sin embargo esta se me pasó por la cabeza mientras leía de una manera tan clara que no podía obviarla. Solo he leído La voz de las espadas de la saga de La primera ley de Joe Abercrombie, pero me pareció que César poco tiene que envidiarle al inquisidor Glokta. No en complejidad, por supuesto, y quizá tampoco en la severidad de sus castigos (como solo he leído la primera entrega no puedo valorar más). Es más bien en la repulsa que provoca en el lector (¿repulsa? ¿Glokta? Bueno, es un torturador, no es que quieras ponerte en sus manos de cirujano, que encima no suelen ser suyas). Al fin y al cabo, Glokta ha padecido una serie de hechos que lo han llevado a ser como es y estar donde está. César no aparenta haber padecido mucho ni que la vida lo haya abocado a ser quién es. Lo hace por un morboso y sádico placer. Y eso es lo que en realidad más revuelve las tripas, lo que más miedo da de él. Conseguido en una escena. Chapeau.
La autora utiliza un estilo directo tanto en la narración como en los diálogos de los personajes principales, no así en la de los secundarios y pueblerinos que vamos encontrando en la obra. Con ellos introduce el dialecto astur y aunque no da la sensación de que se use como menosprecio a los pueblerinos del lugar, sí es cierto que personajes de rangos más elevados (como el concejo o un párroco) no tienen este habla, así que lo he echado un poco en falta en este sentido.
Sorgina es una novela corta entretenida y dura, 100% grimdark. También tiene su parte sentimental, y aunque es el motor que mueve la historia quizá sea la parte que más coja se ha quedado. Me ha encantado la inclusión de la mitología astur, en ese sentido me ha recordado un tanto a Geralt de Rivia (¿y tú dices que no te gusta hacer comparaciones de este tipo? Pues llevas dos, serpentina). Aunque ya veréis que por mucho que a Paloma se le llame sorgina, es una bruja un tanto peculiar. Quizá un poco más de cosido entre aventuras hubiera ayudado a dar más profundidad a los personajes, pero se describen y se reconocen lo suficiente. Ojalá se escribieran más historias como esta, con una ambientación tan poco usual y al mismo tiempo tan bien documentada. Aunque es mejorable en varios aspectos, se disfruta y refleja un gran potencial.
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