Lluvia mezclada con sangre. Clavos entretejidos en huesos. Dolor. Óxido. Lo corroído, lo inestable y lo ordinario. Lo que no se quiere mirar, y lo que no queda otra que sentir bajo la piel. Aquello natural, aquello que no lo es, fundidos hasta que el reconfortante concepto desaparece. La primera toma de contacto con lo que hay más allá de los obsoletos sentidos.
Nunca sabemos dónde podemos viajar, ni cuándo.
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Relato experimental nacido de un concurso sin nombre.
Quizás no sea representativo de lo que podrás encontrar aquí, pero,
¿Qué lo es?
Está muy bien y transmite mucho en pocas páginas, aunque quizás se siente un poco recargado. igualmente es maravilloso
Un buen relato corto que no te dejará indiferente. Me ha gustado muchísimo la descripción tan detallada del "viajero oxidado", que te remueve algo por dentro al imaginarlo.
He de decir lo primero, que me ha sorprendido la manera de llevar la historia, está muy bien arropada por el conjunto de sensaciones que se van creando a lo largo de la lectura. Aunque también creo qu... Más