Santiago es uno de los pocos autores contemporáneos que conozco que escriben terror con tintes góticos (entre otros géneros), y eso me encanta. Sus relatos tienen la atmósfera que siempre espero encontrar, están ambientados en distintas épocas y lugares, detalles que enriquecen al lector, y tienen finales sorprendentes (lo que para mí es fundamental en toda ficción, sobre todo si es breve). ¡Espero con ansias su novela!